6 Millones de Europeos han dejado de fumar con el uso de los cigarrillos electrónicos

Científicos de la Universidad de Patras-Grecia, del Centro Onassis de Cirugía Cardiaca de Grecia, del Centro de Estudios del Tabaco y el Alcohol de la Universidad de Nottingam (Reino Unido) y del Instituto Nacional de Salud e Investigación Médica de Francia, analizaron los datos del Eurobarómetro 2014 sobre el tabaquismo y el uso de los cigarrillos electrónicos.

Más de seis millones de fumadores en la Unión Europea han dejado de fumar y otros 9 millones han reducido su consumo de tabaco con el uso de cigarrillos electrónicos, según el último estudio publicado por los Doctores Farsalinos, Poulas, Voudris y Le Houezec en la revista Addiction.

De acuerdo con los hallazgos del estudio, 48,5 millones de europeos han probado alguna vez los cigarrillos electrónicos, pero hay 7,5 millones de usuarios habituales (datos de 2014; la estimación actual podría ser muchísimo mayor). Basado en los datos del Eurobarómetro, el estudio presenta un tamaño muestral de 27,460 usuarios de la UE. El 35,1% de los usuarios de e-cigarrillos (intervalo de confianza 30,7-39,5%) dejaron de fumar completamente gracias a estos dispositivos, mientras que un 32,2% más (I.C. 29,9-36,5%) informó de una reducción en el consumo de tabaco. Además, la práctica totalidad de ellos, se corresponde con fumadores o exfumadores, desmintiendo una vez más, por activa y por pasiva, la teoría de puerta de entrada al tabaquismo.

Declaraciones del investigador principal del estudio, el Dr. :

“Estas son probablemente las tasas más altas de abandono y reducción del tabaquismo que jamás se han observado en un estudio a gran escala”“Los datos de la Unión Europea muestran que el uso de cigarrillos electrónicos parece tener un impacto positivo en la salud pública por dos razones principales: 1. Se observan altas tasas de reducción y cesación tabáquica 2. El uso de cigarrillos electrónicos se limita en su práctica totalidad a los fumadores y exfumadores, con un uso mínimo de los no fumadores”.

Existe una gran controversia sobre el uso de los cigarrillos electrónicos por parte de no fumadores, pero las investigaciones son tranquilizadoras. El Dr. Jacques Le Houezec, neurólogo e investigador del Instituto Nacional de Salud e Investigación Médica de Francia, aclara: “En los no fumadores se observó cierta experimentación con los cigarrillos electrónicos, pero su uso regular es mínimo. Sólo el 1,3% de los no fumadores informó de un uso ocasional de cigarrillos electrónicos que contienen nicotina y sólo el 0,09% reportaron un uso diario. Prácticamente, no existe un uso regular de cigarrillos electrónicos con nicotina por no fumadores, por lo que la preocupación de que los cigarrillos electrónicos puedan ser una puerta de entrada al consumo de tabaco, queda rechazada en gran medida por nuestros hallazgos.”

El Profesor Konstantinos Poulas de la Universidad de Patras, mencionó la importancia de la encuesta del Eurobarómetro para evaluar el uso del cigarrillo electrónico en la Unión Europea. “El cuestionario del Eurobarómetro es probablemente uno de los más detallados que se ha utilizado en el análisis de uso del cigarrillo electrónico a nivel poblacional. Se proporciona información detallada acerca de la frecuencia de uso, la diferencia entre la experimentación y el uso regular, y examina el uso de cigarrillos electrónicos que contienen nicotina. Por otra parte, la encuesta abarca una amplia muestra poblacional europea, que es representativa de la población total de la UE. Un diseño similar se debe utilizar en todos los estudios de población “.

El Eurobarómetro es una encuesta realizada por la Comisión Europea, que evalúa, entre otros, el tabaquismo y los patrones de uso de cigarrillos electrónicos en los 28 estados miembros de la Unión Europea. Este estudio es un análisis profundo de dichos datos.

Profundizamos ahora en el desarrollo y resultados del estudio:

Sobre el diseño experimental de los ensayos controlados aleatorios para establecer la eficiencia en el abandono del tabaco con vaporizadores personales:

La enorme variabilidad y número de dispositivos y e-líquidos disponibles en el mercado, que satisfacen la demanda de los consumidores permitiéndoles elegir, basados en sus preferencias personales, hace inaplicables los métodos tradicionales para diseñar ensayos controlados aleatorios, en los cuales, un único producto es testado en todos los participantes.

Los estudios sobre “el mundo real” que reflejen de manera realista el uso de estos productos son más apropiados para definir sus efectos sobre la salud y la prevalencia de tabaquismo. Brown et al 2014, ya habían demostrado en este tipo de estudio, que los usuarios de ecigs tenían un 60% de probabilidades más de abandonar el tabaco que aquellos que lo intentaron usando NRTs o que lo intentaron sin ayuda.

Principales objetivos del estudio:

  • Análisis de la prevalencia de uso y experimentación pasada, entre los que alguna vez han usado, usan o usaban cigarrillos electrónicos.
  • Prevalencia del uso de cigarrillos electrónicos que contienen nicotina.
  • Cambios reportados por los usuarios encuestados en su estado de fumador debido al uso de e-cigarrillos.
  • Correlaciones entre uso anecdótico y habitual de cigarrillos electrónicos.

Estructura y resultados del estudio:

Se trata de un estudio transversal sobre la encuesta Special Eurobarometer 429, realizada en 28 Estados Miembros por la Comisión Europea, entre el 29 de Noviembre de 2014 y el 8 de Diciembre de 2014. Europeos con 15 años o más, de diferentes estratos sociales y demográficos, fueron entrevistados de manera presencial en sus hogares y en su lengua nativa.

En cada país, un número de puntos de muestreo fue dibujado con probabilidad proporcional al tamaño de la población (para una cobertura total del país) y para su densidad de población.

Característicamente, la gran mayoría (77,2%) de los no fumadores que han utilizado cigarrillos electrónicos, informó sólo de experimentación pasada.

De la población total de usuarios diarios de e-cigarrillos que contienen nicotina, el 70,4% eran fumadores actuales, el 27,7% eran ex fumadores y el 1,9% eran no fumadores de los cuales sólo el 0,09% reportaron un uso diario.

De los que alguna vez habían utilizado un ecig, un 14,0% (IC del 95%: 12,7-15,3%) reportó cesación completa, mientras que un 21,2% (IC del 95% adicional: 19.7-22,7%) reportó reducción de consumo. La extrapolación a toda la población de la UE, se estima en 6,1 millones de europeos que han dejado de fumar con el uso de cigarrillos electrónicos, mientras que otros 9,2 millones han reducido su consumo de tabaco.

Profundizando en los datos, más de 2 de cada 3 de los usuarios diarios de vaporizadores personales, reportaron cesación completa o reducción de consumo.  El uso prolongado de ecigs mostró una tasa combinada de cesación/reducción de más del 40%. Entre los usuarios habituales de e-cigarrillos, la tasa de abandono del tabaco y de reducción combinada fue del 67,3%.

La frecuencia de uso de la nicotina fue evaluada colectivamente para usuarios tanto diarios como pasados de los ecigs.

Los usuarios diarios de cigarrillos electrónicos que contienen nicotina, reportaron una tasa de cesación total del 30,6% (95% CI: 27.1-34.0%), mientras que una proporción adicional significativa reportó reducción del consumo 28.5% (95% CI: 25.1-31.9%).

La experimentación pasada con cigarrillos electrónicos que contenían nicotina se asoció con bajas tasas de cesación/reducción, y la mayoría no reportó cambios en el consumo.

Tras analizar los datos por edad y género, los participantes y exvapers mostraron un incremento significativo de la probabilidad de haber dejado de fumar, comparado con aquellos que habían reportado sólo experimentación pasada.

Todos los grupos de edad más jóvenes correlacionaron con el uso anecdótico del ecig, pero sólo el grupo de 40 a 54 años presentó correlación con el uso habitual.

Por otro lado, una percepción de baja peligrosidad del ecig entre los encuestados, se correlacionó tanto con la experimentación como con el uso habitual de ecigs.

Discusión

Esta encuesta del Eurobarómetro es de gran importancia para evaluar el uso del e-cigarrillo por la población de la UE por dos razones; en primer lugar, es representativa de toda la región de la UE (28 países) y, en segundo lugar, se hizo una clara distinción entre el uso actual, uso en el pasado y experimentación pasada, entre el uso regular y ocasional, y entre uso de e-cigarrillos que contenían o que no contenían nicotina.

En muchas de las encuestas publicadas hasta ahora, la experimentación en los últimos 30 días (dar una calada en una o dos ocasiones) se ha considerado como uso habitual, arrojando datos erróneos sobre el consumo. Otros estudios (Tackett et al 2015, Hitchman et al 2015) han demostrado que el uso diario del e-cigarrillo, es un fuerte predictor de la cesación o reducción tabáquica.

El primer resultado importante de esta encuesta del Eurobarómetro, es que se estima que 48,5 millones de personas han utilizado los cigarrillos electrónicos en todos los estados miembros de la UE.

Los datos analizados por Vardavas et al. en el Eurobarómetro de 2012 (realizado en 27 estados miembros) encontraron que, aproximadamente, 29,3 millones de europeos habían utilizado los cigarrillos electrónicos en ese momento. Por lo tanto, hay un aumento sustancial en la prevalencia del uso en menos de 2 años.

Sin embargo, al igual que en el Eurobarómetro 2012, en recientes encuestas realizadas en Reino Unido (PHE, Eastwood et al 2015), ser fumador o exfumador presentaba de lejos la mayor correlación independiente con el uso del cigarrillo electrónico, mientras que la adopción de estos dispositivos por no fumadores resultó ser muy baja.

La encuesta del Eurobarómetro también es innovadora por la introducción de la pregunta sobre el uso de cigarrillos electrónicos que contienen nicotina. Otros estudios han demostrado que el uso de nicotina en los e-cigarrillos es importante para conseguir el éxito como sustituto del tabaco con el fin de dejar de fumar(Farsalinos et al 2014 y 2013). Sin embargo, el consumo de nicotina por los no fumadores podría suponer un potencial problema debido a la posibilidad de causar dependencia, especialmente si se usa diariamente.

Los presentes resultados mostraron que casi el 80% de los usuarios que habían probado cigarrillos electrónicos lo habían hecho con nicotina, sin embargo, la mayoría de ellos eran fumadores y exfumadores mientras que, sólo el 0,09% de no fumadores reportó el uso diario de e-cigarrillos con nicotina.

Otros estudios fallaron en diferenciar entre el uso regular y ocasional o la experimentación pasada (Arrazola et al 2015, Reid et al 2015), dando lugar a una sobreestimación de la prevalencia del consumo de cigarrillos electrónicos y a una subestimación de su eficacia en el abandono o reducción del tabaco.

Por otro lado, la percepción de una baja nocividad del cigarrillo electrónico entre los encuestados, mostró correlación con el uso tanto anecdótico como habitual de estos dispositivos. Varios estudios, a su vez, han demostrado que los usuarios duales (aquellos que continúan fumando a la vez que consumen cigarrillos electrónicos) tienen la percepción de que los ecigs son más nocivos (Farsalinos et al 2014); esta percepción de riesgo, a su vez muestra una fuerte correlación independiente con el uso dual (Farsalinos et al 2015).

Un análisis reciente de la Encuesta Internacional de Control del Tabaco de Holanda, describió que, considerar que los ecigs son menos dañinos que el tabaco, era una de las motivaciones principales para los usuarios habituales de estos dispositivos (Hummel et al 2015).

Otros estudios reportaron un sustancial y creciente número de fumadores que falsamente creen que los cigarrillos electrónicos son igual o más dañinos que el tabaco convencional (Tan et al 2014, Amrock et al 2015, Brose et al 2015). Es razonable esperar que, si los fumadores no creen que el ecig sea menos dañino que el tabaco, nunca estarán motivados a probarlo como sustituto de este.

La publicidad del e-cigarrillo es probablemente una forma de aumentar la conciencia sobre los cigarrillos electrónicos entre la población, y fue significativamente asociada con el uso del e-cigarrillo (especialmente el uso habitual). Esto puede ser beneficioso para los fumadores, pero podría resultar en un mayor uso por la población no fumadora (desde una perspectiva de salud pública). Teniendo en cuenta que el uso habitual del e-cigarrillo es poco frecuente entre los no fumadores, parecería aceptable permitir la publicidad de cigarrillos electrónicos de una manera controlada de modo que se comercialicen únicamente como sustitutos del tabaco para fumadores, en lugar de publicitarlos como un nuevo “hábito de moda” para cualquier persona.

Una edad más joven (especialmente 15-24 años) también se asoció con haber utilizado alguna vez un e-cigarrillo. Un hallazgo similar se observó en un análisis de la encuesta Eurobarómetro 2012 (Ooms et al 2016). Este grupo de edad está generalmente más familiarizado con los productos de tecnología como los e-cigarrillos y dicho recurso podría tener efectos beneficiosos significativos porque, aunque dejar de fumar a temprana edad puede reducir significativamente el riesgo de futuras enfermedades asociadas al tabaquismo (Doll et al 2014, Pirie et al 2013, Jha et al 2013), pocos fumadores jóvenes tratan o buscan ayuda para dejar de fumar y muchos recaen en sus intentos (Husten 2007). Sin embargo, sólo la franja de edad 40-54 años se asoció con un uso habitual del e-cigarrillo, lo que implica que los grupos de edad más jóvenes están simplemente experimentando con los e-cigarrillos.

Los resultados de la encuesta Eurobarómetro NO sugieren que los cigarrillos electrónicos son la creación de una nueva generación de usuarios adictos a la nicotina. Esto es apoyado por los hallazgos sobre que el uso regular de e-cigarrillos entre personas que nunca habían fumado es raro, mientras que una proporción muy pequeña informó de que los cigarrillos electrónicos fueron el primer producto relacionado con el tabaco que utilizaban.

A su vez, este estudio también mostró que los cigarrillos electrónicos tienen una tasa de éxito sustancial en el abandono y la reducción del consumo de tabaco.Esto es atribuible al hecho de que los cigarrillos electrónicos satisfacen mejor las necesidades y preferencias de los fumadores y a que, hasta ahora, han sido de fácil acceso. La situación actual puede cambiar cuando los estados miembros de la UE adopten la (TPD).

Queda por ver cómo afectará esta política a la disponibilidad del producto, accesibilidad y aceptación de su uso, sobre todo, cuando el uso del e-cigarrillo está asociado con la efectividad de la publicidad y promoción, y con fomentar la percepción en los fumadores de que se trata de un producto de baja nocividad comparado con el tabaco.

La publicidad va a ser regulada estrictamente a través de la implementación de la TPD mientras que el cambio de percepción del público a una postura negativa ya se ha destacado como una barrera para el uso de los cigarrillos electrónicos en el reciente informe de Salud Pública de Inglaterra. Otros efectos de la regulación serán un aumento en el precio y una reducción en la variabilidad del producto debido a los costes de conformidad. Por otro lado, la regulación TPD introducirá algunos criterios de calidad y seguridad, lo que podría aumentar la confianza en los productos por los consumidores.

Electronic cigarette use in the European Union: analysis of a representative sample of 27 460 Europeans from 28 countries.

Abstract

AIMS:

To assess prevalence of electronic cigarette (e-cigarette) use, reported changes in smoking status due to e-cigarette use and correlates of e-cigarette use in the European Union (EU) member states in 2014.

DESIGN:

Cross-sectional survey of EU citizens representative of the population (Special Eurobarometer 429).

SETTING:

All 28 member states of the EU.

PARTICIPANTS:

27,460 EU citizens aged ≥ 15 years (after excluding those who responded “Do not know” to the questions about smoking status and e-cigarette use).

MEASUREMENTS:

Descriptive analysis (%, 95%CI) of e-cigarette use prevalence (current use, past use and past experimentation) according to smoking status, self-reported changes in smoking status according to patterns of e-cigarette use, and logistic regression analysis to examine correlates of e-cigarette use, especially sociodemographic factors and smoking status.

FINDINGS:

Ever e-cigarette use was reported by 31.1% (30.0-32.2%) of current smokers, 10.8% (10.0-11.7%) of former smokers, and 2.3% (2.1-2.6%) of never smokers. Past experimentation [7.2% (6.9-7.5%)] was more common than current [1.8% (1.6-1.9%)] and past use [2.6% (2.4-2.8%)]. Extrapolated to the whole population, about 48.5 million EU citizens were ever e-cigarette users, with 76.8% using nicotine-containing e-cigarettes. Initiation with e-cigarettes was reported by 0.8% (0.6-0.9%) of participants who reported ever use of any tobacco-related product. Only 1.3% (1.1-1.5%) of never smokers used nicotine-containing e-cigarettes, with 0.09% (0.04-0.14%) reporting daily nicotine use. Smoking cessation due to e-cigarette use was reported by 35.1% (30.7-39.5%) of current e-cigarette users, while a further 32.2% (29.9-36.5%) reported smoking reduction. An estimated 6.1 and 9.2 million EU citizens had quit and reduced smoking with the use of e-cigarettes respectively. Being current (OR: 21.23, 95%CI: 18.32-24.59) or former smokers (OR: 6.49, 95%CI: 5.49-7.67) were the strongest correlates of ever e-cigarette use.

CONCLUSIONS:

E-cigarette use in the European Union appears to be largely confined to current or former smokers, while current use and nicotine use by people who have never smoked is rare. Over 30% of current e-cigarette users polled reported smoking cessation and reduction.

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KEYWORDS:

. electronic cigarettes; European Union; nicotine; smoking