Cápsulas de tabaco vaporizadas y cigarrillos electrónicos

Después del tremendo boom que han tenido los cigarrillos electrónicos, ya están empezando a crear otros dispositivos para poder ingerir la nicotina.

El mundo de los e-cigarrillos ha generado mucho dinero. En el último año han facturado 24,6 millones de euros, según un informe elaborado por la Asociación Nacional del Cigarrillo Electrónico (ANCE). El número de tiendas especializadas supera las 1.200. El sector emplea a 3.000 personas de manera directa y casi 4.000 de forma indirecta, aseguran.

El consumo en este sector se ha disparado en los últimos dos años, a juzgar por las cifras de ventas: 500 millones de euros en Europa, según Euromonitor Internacional, una firma de investigación de mercados que opera en varios países, y hasta los 2.000 millones en todo el mundo hasta final de 2013.

En España cada vez se fuma menos. Según el Instituto Nacional de Estadística, el número de fumadores en España ha descendido al 24% de la población de 15 y más años, la cifra más baja en los últimos 25 años. Siguen fumando más los hombres, un 28% frente a un 20% en mujeres. Sin embargo, el consumo del tabaco tradicional ha bajado cinco puntos en los últimos años mientras aumenta el número de vapeadores.

Una compañía japonesa ha lanzado una nueva forma de consumir cigarrillos llamada “ploom” que imita el consumo de café por cápsulas. El usuario compra esas cápsulas de tabaco y las introduce en un aparato similar al cigarrillo electrónico, donde se calientan y vaporizan. Los defensores de esta tecnología alegan que lo que se consume es verdadero tabaco, frente a los líquidos con nicotina que contienen los cigarrillos electrónicos. Aunque todo indica que la sensación no es la misma y los usuarios no han recibido este artículo de la misma manera o como algo mejor.

La distribución de los “ploom” ha comenzado en Francia, aunque pronto podría extenderse al resto de la UE. El precio de esta nueva moda, unos seis euros por paquete, sigue siendo muy superior al de los cigarros electrónicos. Por lo tanto saliendo más caro que los e-cigarrets y teniendo un efecto similar, tal y como está la economía hoy en día probablemente tenga una duración corta en el mercado.