La verdad sobre los cigarrillos electrónicos y su mala publicidad

Los cigarrillos electrónicos que se venden en nuestro país no están regulados, y bajo el mismo aspecto hay una gran variedad de productos: con o sin nicotina, de distintos sabores, etc. Y no está muy claro que tanto las sustancias que se inhalan como el vapor que emiten sean inocuos para la salud. Se ha demostrado que los líquidos que se usan en estos dispositivos contienen sustancias que sí pueden ser tóxicas.

Estos son algunas de las afirmaciones que escuchamos so leemos cada día sobre los cigarrillos electrónicos, pero no hay nada que avale estas palabras. Algunos de los detractores de estos dispositivos son las farmacéuticas, las tabacaleras, las campañas en los diferentes medios de comunicación, y diversos artículos en revistas científicas, que cuestionan su efectividad como puente para dejar de fumar y que no tengan efectos nocivos a largo plazo.

El fin del cigarrillo electrónico no es otro que una forma nada nociva de fumar, un paso para dejar el cigarrillo convencional y mejorar en salud, y la posibilidad de fumar en lugares en los que están prohibidos los cigarrillos clásicos.

Parece evidente que existe una campaña para desprestigiar al cigarrillo electrónico. Los medios de comunicación, desde el telediario hasta el último medio local o regional, llevan una temporada publicando noticias sobre el cigarrillo electrónico en las que se percibe que este es malo, “tan malo como el tabaco”. Probablemente hayan contratado una campaña en este sentido. Dinero tienen bastante. Una campaña basada en el engaño y noticias falsas.

En el caso de la Neumonía Lipoidea, uno de los casos más sonados y que tuvo lugar en un hospital de Galicia. En este marco, todos los medios de comunicación informaron, que la causa de la neumonía lipoideade un paciente ingresado por otras patologías muy graves era la glicerina vegetal que contenía el líquido del cigarrillo electrónico, que el paciente llevaba consumiendo durante cinco días. Europapress difundió esta noticia, y algunas doctoras se ofrecieron para explicar a los diferentes medios de comunicación el caso. Sin embargo, científicamente es imposible toda vez que la glicerina es alcohol y no lípido. Sin pudor alguno, otra doctora de ese hospital afirmó que el propilenglicol, que también contienen los líquidos de los e-cigarrillos, causan alergia en niños, cuando son bastantes los preparados pediátricos que contienen propilenglicol.

La inspección sanitaria de la comunidad gallega fue requerida para que se confirmase si efectivamente se había comprobado que la glicerina vegetal -como decía la doctora del caso- fue la causante de la neumonía lipoidea, y por supuesto ya la inspección no lo confirmó, sino que se limitó a decir que “los efectos a largo plazo del cigarrillo electrónico no estaban demostrados”.

De momento no existen pruebas reales que demuestren que se trate de un producto dañino para la salud, el acosos y derribo que está sufriendo este producto no es justo cuando simplemente se creo para ayudar a los fumadores.