Peso y tabaco: una relación estrecha

Cuando fumas un paquete de cigarrillos convencionales, podrás darte cuenta de que tu energía se consume como si nadaras o caminaras durante media hora. Por tanto, bajarás perderás aproximadamente 250 calorías. El tabaco eleva el consumo de energía del cuerpo cuando se encuentra en reposo y favorece la movilización de todas las reservas de adiposidad.

¿Qué más produce el tabaco?

El tabaco lo que hace es elevar la cantidad de azúcar en sangre, mientras que la nicotina disminuye el apetito. Por otra parte, fumar solamente conllevará a una pérdida del gusto y del olfato de manera progresiva. No obstante, cuando se fuma con calma, el estrés disminuye y la hormona del bienestar aumenta en el organismo.

Estos efectos a pesar de ser buenos tal vez para algunas personas, si se los comparan con consecuencias nefastas son muy poca cosa, dado que el cigarro convencional puede generar cáncer, mal aliento, piel de mal aspecto y lunares feos, además de dientes amarillentos.

¿Dejar el cigarro significa engordar?

Cuando dejas de fumar, el organismo podrá encontrar su metabolismo natural, menos cantidad de calorías quemadas a mismo gasto físico. Además, el gusto y el olfato vuelven, como también el apetito.

Como consecuencia al gastar menos calorías, se tiene más cantidad de hambre y es preciso tranquilizar el nerviosismo, por lo que se consumen más alimentos que aumentan la serótina y se busca mantener las manos y la boca ocupada. En un principio, las mujeres ex fumadores engordan ente dos y tres kilos, mientras que los hombres engordan entre tres y cuatro.

No obstante, no todas las personas que dejan de fumar engordan y si fuera así, uno o dos kilos no pueden compararse con las innumerables ventajas que genera el dejar de fumar. Recuerda que cualquier duda deberás consultarla con tu médico.