Como ya es sabido, la normativa nueva impide a todo fumador poder fumar en sitios cerrados como pubs o bares, lo cual ha conducido a muchos fumadores a dejar este hábito tan perjudicial para la salud. No obstante, no es nada fácil. Por tanto, los médicos y las farmacias trataron de buscar la mejor manera para colaborar con aquellos que desean librarse del cigarrillo, y por ello han dado a conocer los famosos cigarrillos electrónicos y el láser.
¿Cómo funciona el láser?
La nicotina posee casi las mismas características que cualquier droga, dado que crea cierto nivel de dependencia y cada vez es más y más tolerante, y si no es consumida, el síndrome de la abstinencia aparece. Por ello, dejar de fumar es muy difícil cuando este hábito se ha empleado durante muchos años.
No obstante, hay un tratamiento nuevo en el mercado basado únicamente en un láser de muy baja potencia y que colabora de esa manera a que cualquier persona pueda olvidarse por completo del cigarrillo convencional.
Según la Clínica Menorca, este tratamiento tiene como base un diodo de muy baja potencia con el que eleva las endorfinas a niveles altísimos, superando de esa manera los que el tabaco produce. De esa manera, bioestimula 28 puntos energéticos y vitales, los cuales ayudan a regular el sueño, calmar la tristeza y la ansiedad. Estos puntos se encuentran ubicados en la cabeza, el antebrazo derecho y el pecho.
Las sesiones requieren de un esfuerzo
Este tratamiento con láser precisa que el paciente acuda a la consulta sin haber tocada un cigarrillo durante las tres últimas horas. Luego, el médico le dará una breve charla sobre los hábitos de vida y sobre el comportamiento del paciente ante dicho tratamiento.
Una vez terminada la sesión, el paciente tendrá que volver a los ocho días para realizar una nueva sesión, dejando de esa manera la ansiedad por el cigarro convencional o bien, disminuir el consumo del mismo considerablemente.