Cada persona tiene sus motivos para dejar de fumar. Hay algunos que quieren estar más sanos, que no quieren dañar la salud de los demás o simplemente porque quieren evitar el gasto excesivo que supone el tabaco.
En general, algunos de los motivos por los que, si aún no lo has considerado, ahora sí lo harás, son:
Por la salud. Y es que el tabaco te puede provocar cáncer, infartos, problemas cardiacos, y otras enfermedades. Sí es verdad que eso puede ocurrir fumes o no pero las probabilidades son más altas si haces lo primero. De esta forma, vas a conseguir que tu piel se vea más joven y brillante, que no se te manchen los dientes o las uñas, respirar mejor, etc.
Por tu estilo de vida. Vas a pasar más tiempo con la familia y concentrarte en el trabajo o en tu hobbie, no en qué hora es para ir a fumar un cigarrillo. También olerás mejor, y la comida te sabrá distinta (al principio puede ser que tengas que acostumbrarte pero luego merecerá la pena).
Por tu familia. Porque no vas a condenarles a enfermedades por ser fumadores pasivos.
Por tu propio ahorro porque, por si no te has dado cuenta, todo el dinero que gastas en tabaco lo puedes ir ahorrando para comprar algún capricho o pagar deudas si las tienen. Así, seguro que te animas mucho más a dejar de fumar.
Porque no es difícil dejar de fumar. Hoy día con los cigarrillos electrónicos y otras formas de dejar de fumar, todo es fácil con fuerza de voluntad y, de esa, seguro que tienes mucha.
Como ves, hay muchos motivos para dejar de fumar. Los que te hagan moverte a ti y hacer un plan para quitarte de ese vicio pueden ser únicos pero lo importante es tenerlos siempre presentes para no caer en la tentación.