Uno de los motivos por los que se está criticando el uso del cigarrillo electrónico, es porque podría incitar a los jóvenes a fumar. Los activistas y políticos plantean que probar un cigarrillo electrónico, promocionado como “seguro”, puede llevar a los jóvenes a fumar cigarrillos comunes y a convertirse en adictos a la nicotina.

Se realizó una encuesta donde se demostró que entre el 2011 y 2012 el porcentaje de adolescentes que habían probado el cigarrillo electrónico se había duplicado de un 3,3 por ciento a un 6,8 por ciento, datos publicados por CDC. Tom Frieden, director del CDC ( Centro de control y prevención de enfermedades ) , declaró que es inquietante el incremento de utilización del cigarrillo electrónico sobretodo entre los jóvenes, ya que considera que la nicotina es una droga que acarrea una fuerte dependencia y que con la utilización de los cigarrillos electronicos pueden ser condenados a luchar contra esta adicción.

Un equipo de la comunidad de la Universidad de Oklahoma ( Centro de Ciencias de la Salud ), dirigido por una profesora asistente de pediatría general Theodore Wagener, realizó un nuevo estudio donde ponía en duda la hipótesis anterior. Se efectuó una nueva encuesta a 1.300 estudiantes universitarios donde solo se encontró un 3,3 por ciento que asegurara haber probado por primera vez la nicotina en un cigarrillo electrónico y de este porcentaje tan sólo un 2,3 por ciento comenzó a fumar cigarrillos convencionales. Wagener expuso estos resultados en una asociación Americana para la Investigación del Cáncer y declaró abiertamente que tras los resultados de la encuesta el cigarrillo electrónico no era una puerta de entrada para el cigarrillo tradicional.