El cigarrillo no es un hábito, es una adicción, cuanto antes lo entiendas antes podrás salir de sus garras. El no querer dejar de fumar muchas veces entraña el miedo a no poder dejar de fumar. No es fácil, pero puede hacerse poniendo mucha, muchísima voluntad.

Si quieres realmente dejar de fumar estas son tus columnas de apoyo:

Automotivación

La premisa es que tú puedes, debes ser positivo y poner mucha voluntad. Si dejas el cigarrillo dejaras de dañar a tu organismo, te sentirás mejor. Tendrás mucha más energía, te sentirás invencible por haber derrotado a ese vicio que te tenia prisionero.

Debes tener una motivación como puede ser que el no fumar te ahora ahorrar dinero, o que te sentirás mejor, o que podrás practicar el deporte que nunca pudiste practicar. O que tu perfume olerá mejor si no fumas, o que el humo le hará mal a tu familia. Busca tu propio motivo, te será muy útil a la hora de mantener al cigarrillo lejos de ti.

Apoyo familiar

Esto es fundamental, la familia no solo debe ayudar sino también motivar y apoyar. Debe ser en quien el fumador se apoye cuando sus fuerzas flanquean. Debe encontrar aliento de parte de estos, siempre deben tener la frase tu puedes a flor de labios, o vuelve a intentar cuando vuelva a caer en las garras del cigarrillo.

Apoyo terapéutico

Hay muchas personas que necesitan de la terapia, del apoyo de un profesional que los guie y les diga como continuar. Este tipo de ayuda es muy necesaria en los caso en los que hubo muchos intentos fallidos.

En esos casos no debes darte por vencido, debes volver a intentar cuantas veces sea necesario pero para entenderlo, la ayuda de un profesional será muy util. También los grupos de apoyo, ellos están compuestos por personas que están pasando o pasaron lo que tu. Tienen tus mismas experiencias, tus mismas debilidades, debes aprovechar y compartir con ellos, intercambiar sentimientos, sensaciones.

Puedes escucharlos y tomar la experiencia de lo que han vivido y aplicar eso a tu vida, a poder dejar tu adicción y seguir adelante.

El dejar de fumar no es fácil, pero bien vale la pena el intento, o los intentos. No importa cuántos sean lo importante es que lo logres.