El tabaco es un mal hábito que nos perjudica seriamente y que además es difícil dejar. Cuando por fin tenemos la firme convicción de abandonarlo, nos asaltan dudas y tentaciones, pero es posible tener éxito si se siguen las pautas adecuadas. Lo primero de todo es reconocer que se tiene un vicio nocivo y que se quiere dejar, abandonando ciertos pensamientos que todo fumador tiene, como que el tabaco no es tan malo y que hay cosas peores (como las drogas duras), que hay muchos fumadores que no se ponen enfermos, que los cigarrillos light no son tan perjudiciales ni cancerígenos… Otros se excusan en que fuman menos porque dejan el cigarrillo consumirse prácticamente en el cenicero, o que los cigarros contaminan mucho menos que los coches o las fábricas, y que por tanto, no es tan perjudicial para la salud. También están los que piensan que el hábito es más fuerte que ellos y que no podrán superar el síndrome de abstinencia, amén de los que llegan a decir que no lo dejan porque engordarían.
Así que una vez que la decisión es firme, se pueden seguir una serie de técnicas o pautas que nos pueden ayudar en el día a día. Por ejemplo, se aconseja ir cada día al trabajo con una cajetilla nueva, quitando tres cigarros al salir y deshaciéndolos en el cenicero para ver los restos esparcidos. Se debe fumar sólo de la cajetilla de uno mismo, es decir, no se puede ni pedir ni dar tabaco. Asimismo, debemos hacer saber a todo nuestro entorno que estamos intentando dejarlo, para que nos ayuden en la batalla y evitemos posibles tentaciones. Hay que ir abandonando paulatinamente hábitos relacionados con el cigarrillo, como encenderse uno tras el café de la mañana con los compañeros; es mejor beberse un zumo, tomar una fruta o chicles. También ayuda el intentar dilatar el tiempo entre cigarro y cigarro, es decir, esperar cuanto más tiempo mejor, ocupando la mente en otros asuntos.
Otras técnicas muy aconsejables son las relacionadas con el ejercicio físico, ya que por todos el sabido que libera endorfinas que nos dan sensación de bienestar, con lo que se reduce la tentación de fumar; podemos comenzar con largos paseos, y continuar con el jogging cuando alcancemos cierto nivel. También se aconsejan deportes de equipo, como tenis, baloncesto, fútbol o cualquiera que fomente el compañerismo. Para desintoxicar nuestro cuerpo de las toxinas del tabaco, hay que beber mucho agua y comer de forma sana, sobre todo frutas y verduras. Y aparte de todo esto, el repetirse mentalmente a diario que se puede lograr y que podemos vencer al tabaco, es muy importante a nivel mental, ya que la dependencia de este tipo suele ser más fuerte que la física.
Otras personas optan por técnicas más de tipo psicológicas; para empezar, elaboran una lista con los propósitos que le hacen querer dejar de fumar, detallando las ventajas de abandonar los cigarros y los perjuicios que ocasiona tanto a su salud como a su vida social. Al principio es duro, pero tener la fuerza mental para evitar tentaciones supondrá un aminoramiento del síndrome de abstinencia, ya que las ganas disminuirán día a día. Cuando se tengan momentos de flaqueza es conveniente repasar la lista de propósitos y reafirmar el compromiso, sobre todo con uno mismo. Es muy importante el felicitarnos por cada pequeña batalla ganada en la lucha contra el tabaco.
Mucho mas intenso que la dependencia corporal es, en muchos fumadores,
el hábito. Este efecto psicológico, que provoca una sensación de
bienestar al tener un cigarrillo entre los dedos o el hábito de fumar
despues de una comida, se conserva. Debido a esto, la cuota de recaída
es mínima.
En especial las personas que, por recomendación médica, deben dejar de
fumar, encuentran en el Cigarrillo electrónico o cigarro eléctrico un
importante aliado, que hace el tránsito mucho mas llevadero.
El Cigarro Electrónico hace muy facil dejar este hábito por completo.
Paso a paso se va reduciendo la cantidad de nicotina, contenida en el
E_Líquido, desacostumbrando el cuerpo lentamente del abastecimiento de
nicotina, y así, evitar que el nuevo fumador_E tenga que sufrir
síntomas de abstinencia. Luego, el que quiera puede seguir fumando su
Cigarrillo_E, usando un E-Líquido sin nicotina o, simplemente, dejar
este tema por completo.
Me gustaría que me asesoraran para dejar de forma exitosa este mal hábito
Una muy buena forma de dejar de fumar es substituir definitivamente el cigarro convencional por un cigarrillo electrónico, empezando con un nivel alto o medio de nicotina para no sentir los síntomas de la adicción para posteriormente ir rebajando la nicotina hasta usar líquidos sin nicotina.
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